miércoles, 17 de septiembre de 2008

hoy amanece la ciudad más conmovida

Hoy ha revivido la ciudad, ha pasado del letargo a la actividad intestinal. Tengo calor y frío. Dicen que comienzan los frentes fríos. Es mejor, siempre lo he dicho. Hoy escribí algunas líneas, no quiero decirlo, pero escribí ciertas ideas que me rondaban por la cabeza desde hace tiempo. De la novela voy bien, no encuentro el interés, eso es verdad, pero creo que es una novela que le falta el rigor de la casualidad, quitarle el bozal del orden. No encuentro la tensión, pero creo que ahí radica su fuerza, en su linealidad. Ahora pasan cosas, pero son cosas que no avanzan, que se quedan ahí y ya, no generan, no dicen más nada, sólo es el paso definitivo y sólido de un acontecimiento sin fututo. No hay nada memorable, digamos, no hay nada que sea digno de conservarse en la memoria. No hay Macondos, por fin, no hay mariposas, mujeres desnudas… la novela pasa y ya, eso me gusta y hasta a mí me entra el tedio, ese tedio que quiero representar, pero sin pesadez, un tedio que entra en la piel detalladamente y que sin saberlo ni sentirlo se expande para morirse en algún lugar del cuerpo.

Ayer en la noche me sentí más relajado. Hoy el trabajo es animal. Apenas estoy saliendo de él. Ayer estaba estresado. Parece que habito un cuerpo rentado, luego, sin quererlo, me disparo y salgo de él, lo abandono impunemente y sólo se queda ahí mi cara estúpida, con mis ojos estúpidos, sin sentido. Un cuerpo de gato muerto a la deriva, el ojo de alguien avisando la debacle del mosto. Quiero irme ya. Siempre quiero irme.

¿He dicho que vi cómo pintaban un toro mecánico?

Sigo enamorado de Gabriela, eso creo yo. Quiero creerlo, me hace falta, hoy hablé con ella tres segundos, me miró un poco y nada más. Fue suficiente. Es el estúpido síntoma del patetismo y la soledad. Cada vez engordo más, irremediablemente.

hoy me comí unos nachos con queso y nada más, ni siquiera he tomado agua, creo que iré por una al oxxo, aquí ni venden. Ayer escribí con lai una obra de teatro para sus alumnos. No quedó tan mal dadas las circunstancias. Me divertí. caí rendido.

despertar y llevar a Santiago. Tenía diarrea. Odio eso. tengo audífonos nuevos.

1 comentario:

Rocco Almanza dijo...

Pinche Alonso enamorado, a ver cuando nos soplamos unas caguamas pues ya quiero conocer tu nuevo tatuaje...felicidades por los tres programas que te aventaste antier..que chinga!!