lunes, 28 de abril de 2008

Video Keyser Soze en Don Bau, abajo del choro

simón, aquel gordo greñudo que canta soy yo. El güero de Rancho Capistrano es el Leo; el de la guitarra que parece que está encabronado es el Rafa; el chichi al aire es el Miguel y el del bajo es el Juan. Noche don Bau: Pulque, cerveza y unos que otros guamazos, leve la banda. La rola se llama Post Mortem y es el primer video de Keyser en la web. Por cierto, gracias al webas quien lo subió. Uuuuyy, quien me viera tan formal.

kesyer Soze en Don Bau


El trabajo es increíblemente infinito

El trabajo es increíblemente infinito. Invento de una mente incorrecta, viciosa. Siempre que voy al baño de la oficina, espío a las mujeres que van a comprar comida tres pisos más abajo. Me quedo ahí mirando. Hoy Cúe me sorprendió. Me hice un poco para atrás, pero no supe que hacer; él caminó hacia atrás, buscándome. Fue inevitable no vernos. Me sentí mal, “atrapado” en uno de los pocos placeres de oficina. De hoy en adelante tengo que estar alerta, siempre vigilante. Le grité desde arriba: “estoy espiando” y el gritó tres pisos más abajo: “’¿a las niñas que van a comer? Que bueno”, eso dijo, pero estoy seguro que le dio miedo, que pensó que soy un enfermo, y para el caso lo soy.
Recordé cuando trabajaba en la biblioteca pedagógica. Una maestra que se llama Yolanda me dijo: No te apures tanto, al fin que el trabajo nunca se va a acabar. Lo dijo como una sentencia terrible: “el trabajo nunca se va a acabar”. Estuve un año en la biblioteca y catalogué y registré más de cinco mil libros. Cuando salí de ahí, un nuevo donativo de tres mil libros más esperaba por ser puesto al día. El trabajo es infinito.
La semana pasada comenzó a llover y con la lluvia llegó el trabajo descomunal y sin sentido. Apenas pude escribir algo, apenas pude llegar y discutir con Laiza y luego abrazarnos.
Siempre veo películas a la mitad, el sueño me destruye las ganas y los ojos. Entonces sólo vivo para el trabajo porque la novela va de mal en peor, Duval no quiere manifestarse, no aparece, se ha convertido en un manchón de letras negras. Almudena, pensé, comenzaría pintando un hombre que se come a sí mismo, una especie de antropofagia pintada con los ocres y negros de Goya, una insinuación. La lectura del Gran Vidrio de Bellatin me ha servido para establecer la relación de Carlos Madrid, Morgo, con su madre, aquella exposición de los testículos es una imagen sorprendente. Aún así llego a casa demasiado fastidiado del mundo y de mí, apesto a mí todo el tiempo, todo lo veo a través de “mis” ojos y de “mis” intereses.
La novela no madura y me preocupa un poco, sé que saldrá, se que reventará en un momento como va a reventar mi vida, mi paciencia. “Reventar” como parábola de la “explosión”, han explotado tantas cosas, que ahora no sé si temer o quedarme a la orilla del tranco.
Me ha comenzado a fastidiar este espacio reducido y este mecánico clonar de sonrisas, saludos y recato. Espero grabar pronto, soltar eso también, que salga y se pierda y ya no se pudra dentro de nosotros (como un diente podrido) Hay tantas nubes en el cielo de Mayo.

viernes, 18 de abril de 2008

Toluca Festiva: discriminación, intolerancia y burrez

El discurso de derecha que vienen manejando Felipe Calderón y su horda de compinches se dejó sentir, como una garra, en esta fiesta de Toluca ciudad. Primero: la discriminación y la exclusión de manifestaciones artísticas. La exclusión descarada y vil de grupos culturales y artistas locales y estatales. Además de la inmensa falta de interés por difundir la cultura en la ciudad, a pesar de que Juan Rodolfo diga que quiere hacer de Toluca la ciudad con más actividad cultural del estado: sí, seguramente con la ayuda de Belinda lo va a lograr.
El discurso de la derecha excluye y reprime otra manifestaciones culturales, homogeniza, uniforma, por eso el ayuntamiento cree que en Toluca todos somos iguales y que por eso los eventos que ofrecen son Light, sosos y mediocres. Olvidan que gran parte de la población pide y exige otro tipo de entretenimiento, tiene otras necesidades, pero eso no le importa a la derecha brutal y ofrece lo que les conviene, lo “bueno” y lo “saludable”, o sea, lo que sale en la tv.
Hoy fui por pura curiosidad, a una evento en el marco del festival, se trataba de una fraternidad internacional de jóvenes, quienes bailaron durante casi una hora. El espectáculo fue deprimente (no por los chavos que le echaban ganas), eran bailes tipo Hig School Musical, música gringa, coreografías gringas y el discurso gringo de: “miren somos bien tolerantes” porque ponen un afroamericano, una asiática, un latinoamericano y un gringo a bailar coloridos y ñoñísimos bailes. Así fue lo que hicieron estos muchachos sólo que versión mexiquense: uno de neza, otro de izcalli, unas toluqueñas y una que otra coreana, nada más para que no digan que no son internacionales.
Lejos del espectáculo gringoide, el presentador era un inepto, irresponsable y sobre todo, discriminador. En una de sus participaciones, dijo que a él no le gustaban los “darketos”, que se veían mal y que hablaban de muerte y le preguntó a una señora que estaba por ahí lo que opinaba de los darketos y ella dijo: “pues nada, no conozco a ninguno, no tengo nada que decir, cuando conozca a varios podré opinar”, entonces este hombre, el presentador (no pude preguntarle su nombre), al ver que no era la respuesta que él quería, dijo: bueno, pero a poco a usted le gusta como se ven y la señora dijo: “no”, que le causan (siguió ese tipo): “miedo”, dijo la señora. Entonces se fue con otra persona y descargó: “A poco a usted le gustaría que un hijo suyo se vistiera como los darketos” a lo que la señora respondió un rotundo “no”. Luego dijo y preguntó: “A mi no me gustan los darketos, y a ustedes ¿les gustan los darketos?” Se alcanzaron a escuchar unos leves “no”, pero la mayoría de la gente permaneció callada (toluqueños), sólo una mujer gritó: “no, no queremos darketos” y luego se rió.
Este es discurso discriminador del PAN, de Calderón y de Juan Rodolfo Sánchez, la fraternidad, según busca educar a los líderes del futuro “porque hay una sequía de líderes” decía el presentador, y claro, educar líderes de derecha, rígida, estúpida, bestial, por que eso demuestra Juan Rodolfo y todos los regidores: su estupidez, su falta de acervo cultural, su facilismo, su torpeza y su mediocridad, al igual que la International Youth Fellowship, al menos en este caso, ejemplo claro de la estupidez contemporánea.
Toluca la siempre pobre.

ayer


Ayer bebí de nuevo. No quiero llegar al punto de donde empecé. Tomar todos los días, uno tras otro sin parar. No me siento bien. Camada Maldita de Ariceaga me dejó una profunda herida. No quiero perderme. No quiero caer de nuevo y trabarme y detenerme y regresar al ocio desmedido, al rencor. Ahora estoy en el trabajo y siento el hueco del alcohol, como un árbol fulminado por un rayo. Necesito una cerveza para levantarme, sólo una cerveza para no perder la cordura, para que mi cuerpo se recupere…para que este cuerpo turbio se constriña y me deje en paz.
(Escucho a Kalean, una banda española de los ochentas: “dime que es lo que crees ver, dime que es…” trato por todos los medios de no quedarme dormido)

Traje unos lentes negros, nunca he usado lentes negros; pero era inevitable, mi cara estaba deforme: mis pequeños ojos de tapa rosca. No encuentro la canción de Kalean que me gusta.
He comenzado a temblar. Mis piernas se mueven sin control: sentirse manejado por una fuerza superior, como en un atropellamiento: la brutalidad del golpe, el poder absoluto del auto a toda velocidad y el cuerpo manipulado por la brutalidad de la física, de la naturaleza salvaje y desmedida: Una fuerza que no se contiene, que el cuerpo no puede contener. El mar.
Me dan miedo los movimientos involuntarios: Parkinson: Epilepsia. Lo ajeno al cuerpo. Dos habitantes donde uno le estorba, irremediablemente, a otro. He comprendido la inestable relación que tengo con el cuerpo. Con la presencia engorrosa de mis desnudez y la de los demás. Me he dado cuenta que nunca estoy desnudo, que nunca me contemplo, que siempre me cubro, que me incomoda estar en el vapor. El malestar de la desnudez.
Cuando Laiza camina desnuda por la casa la miro con cierto encanto, pero me incomoda verla contrastar el orden del departamento con su piel enormemente blanca y luminosa. Me incomoda la desnudez, el contacto de los cuerpos, tan absurdo y antihigiénico (higiene en el sentido del orden).
No puedo hacer otra cosa mas que batallar contra el sueño, luchar con todas las armas del ideario castrense. Combatir en contra de mi cuerpo. Contar los minutos. Escuchar "out there" de Dinosaur Jr. Tratar de escribir el libro para niños. Tratar de hablar, de no comprometerme, de no caminar.
Un día en la oficina.

jueves, 17 de abril de 2008

Reescribo un libro para niños. Tengo acidez. Tremendas ganas de tomar una cerveza. sueño infinito. ganas de estar solo. ganas de dormir. ganas de fumar y beber hasta quedarme dormido en un sillón, en una cama de agua, en la calle. no pensar en mañana, en el trabajo, en la cruda y el esfuerzo del trabajo (los ojos que se cierran, la cabeza que da vueltas). Salir y no pensar en nada. En mis problemas, en los problemas del otro. Sólo beber una cerveza y un cigarro; quizá ver la tarde, la lluvia que cae como en un cuento de Lezama. Un poco de suerte para oler a la ciudad húmeda, su cabello de cables y hierbas. Mojarme los tenis, la camisola, saludar al dependiente del bar, saludarlo son conocerlo. palmearle la espalda. Sonreír. Tengo una tremendas ganas de sonreír. No pensar en el tiempo que pasa; no imaginar a la oruga, al ave que espantan lo bello del mundo. Sólo sentarme y decir unas cuantas palabras al ritmo del cielo y el manto de la brisa inundada de agua y polimétricos arco iris.
sentir el frío en la cara. la caricia de la espalda de los árboles. el polvo.

ahora resulta que el programa de radio continua; que el productor no fue corrido, sino removido a otro puesto, mejor, muy chido. Entonces ¿por qué nos dijo que ya estaba por terminar? No importa mucho en realidad. el miércoles iré al radio y quiero invitar a Elsa, porque no creo que sea conveniente grabar la obra con pati, pues el nuevo jefe de producción es mamón, creido y no le caigo nada bien. Me parece que es de esas personas que tienen un poco de poder y ya se sienten los hijos de la vírgula. espero que me sorprenda y se porte profesionalmente (una palabra torpe e incómoda, como las ancianas de la catedral).


En fin, me importan poco muchas cosas. Luis Duval, el personaje de la nueva novela se escabulle entre la bruma de esta ciudad. Siento que lo tengo por momentos y se escapa por días. Tengo tantas cosas en la cabeza, tantas sospechas, tantas alimañas que amenazan con meter su ponzoña que apenas volteo a algún lado, ya siento el rigor del veneno, de la rabia, del coraje.


Me sorprende la capacidad de los amigos para volverte la espalda. una vez Roberto me dijo que el tiempo ponía a los amigos en su lugar, en su urna. Ahora lo sé. Nunca tuve amigos. Quizá fue mi culpa, quizá la gente necesita estar siempre escuchando que la quieren, siempre demostrándole afecto. No sé. Yo no soy así. para mi la amistad es preocuparte por el otro, desear que el otro esté bien. Ñoñerías de esas, sin embargo. Al fin que importa. debo preocuparme por mi nalgas: la novela, sobre todo que se atora paraceida a la espina en el esófago. la tesis. la banda. santiago... Laiza.

miércoles, 16 de abril de 2008

tenía que suceder


sabía de antemano que algo pasaría.

Me habló Cecilia y me dijo: el programa de radio ha terminado. Raúl me lo ha dicho.

no me afligí... ¿pero, así, de pronto, el programa terminado? Era lo que faltaba. Roberto, dijo ella, ya no puede ir. ¿Entonces como va a quedar todo?, le pregunté, pero alguien le habló, del trabajo, algo así.

Lo último que dijo fue: "Una junta, para defender el proyecto. Te hablo".


hoy llueve, como ayer. no me gusta la lluvia, espanta a las mujeres de la calle, hace que se oculten y que no caminen por las banquetas sucias de esta ciudad de perros y pobres.


hay algo peor que la lluvia: los buses sin ninguna mujer hermosa. Raro es el momento de un bus así, pero los hay y es terrible. la lluvia, las calles solas, adornadas de mujeres con sombrilla y abrigos multicolores; el bus lleno de hombres jetudos, olorosos a lociones fétidas, como el mismo aroma del esperma en los hoteles de Aeropuerto.


Por eso supuse que hoy era un día extraño y que algo pasaría. hubo presagios: el tipo al que casi atropella una bicicleta: el empujón, la mentada de madre, los golpes. el pleito de una señora con el chofer del bus: trompicones, mentadas, arañazos.

llegué a casa y Santiago lloraba como un poseído y Laiza estaba cansada como un tronco de roble. la lluvia por fuera y le di la noticia: "Se acabó el programa de radio" y sólo preguntó "¿por qué?" y le dije que no sabía, que Cecilia me hablaría más tarde y ella dijo: "es una lástima" y lloró Santiago y corrió y yo me quedé en una película extraña: sí, es una lástima.

Y comí con un poco de hambre y luego me dio sueño y caminé hasta el trabajo, bajo la lluvia, sin ver mujeres en la calle, un poco dolorido. No quería llegar a ningún lado.

Nunca creí en esto

son las 13: 10. y presiento que estoy de buen humor. eso me asusta, porque regularmete en el trabajo pongo la cara torcida y saco los dientes como una rata infectada para que nadie se me acerque, para que nadie me joda. Pero hoy es disntinto y me extraña porque siempre em extrañan esas cosas. me extraña estar bien, sin problemas, relajado; siempre digo que algo malo vendrá y desmadrará todo. hoy no sé que sea lo que desmadre todo, pero seguramente lo habrá.
de cualquier manera algo flota en el ambiente, algo se revuelca entre la traqnuilidad. Temo que sea la grabación del disco. ya nos retrasaron una semana. De alguna manera tengo la culpa porque me encargué de decirle a todo el mundo que ábamos a grabar y blablablá. no acostumbro a eso, pero me emocioné, siempre, alguien, la caga. Entonces las idea pesnar que hay un chingo de gente que quiere que me vaya a la mierda, que no haga nada, pues yo creo...que... bueno, es el debraye gacho.
En fin, quizá la culpa sea de los hello seahorse!, esa banda me pone de buenas. Ojalá sea su efecto, porque si no, presiento que algo muy, muy grave puede pasar.
Es como ver dormir a una ballena.